Disparada de casos: “Israel paga las consecuencias de haber levantado muy rápido las restricciones”

Ante el explosivo aumento de contagios por la variante delta, Shimshon Erdman, de la Asociación Médica de Israel, señaló a LA NACION que se tomaron medidas apresuradas; avanza la aplicación de la tercera dosis

Las cifras de la pandemia en Israel, país modelo en cuanto a su plan de vacunación, son ahora alarmantes. En cuestión de semanas pasó de unas decenas de contagios diarios a más de 6500 casos por día, básicamente impulsados por la variante delta.

De todas maneras, los especialistas israelíes no consideran que el problema sea alguna falla del plan de vacunación, con el 63% de la población totalmente inmunizada. “Acá estamos pagando las consecuencias del apresurado levantamiento de las restricciones a mediados abril pasado, cuando dejó de ser obligatorio el uso de barbijo al aire libre, y no se previó la inminencia de la llegada de la delta, muchísimo más contagiosa”, dijo en diálogo telefónico con LA NACION el doctor Shimshon Erdman, miembro ejecutivo de la Asociación Médica de Israel, un uruguayo que vive desde hace medio siglo en Tel Aviv.

De todas formas, el especialista en Planificación de Salud consideró que la situación que atraviesa hoy Israel debería servir como advertencia global. “Todo el mundo sufrirá mucho por la variante delta. No hay vueltas. Es una variante terriblemente contagiosa”, señaló.

Ante la disparada de casos, el pasado domingo, el gobierno decidió reintroducir el certificado Covid -que estuvo vigente de abril a junio- como salvoconducto obligatorio en la vida cotidiana. El “pase verde” es una aplicación digital que se descarga en el celular y acredita la vacunación completa, haber superado la enfermedad o contar con una prueba de detección negativa en caso contrario.

Jóvenes sin barbijos, en las playas de Tel Aviv
Jóvenes sin barbijos, en las playas de Tel AvivMENAHEM KAHANA – AFP

La segunda medida fue acelerar la tercera dosis de la vacuna Pfizer para los mayores de 60 años o personas de riesgo. “Ya tenemos alrededor de una tercera parte de los mayores de 60 años totalmente vacunados con la tercera dosis, y suponemos que la semana próxima llegaremos a más de la mitad. Eso sería un logro importantísimo porque el 40% de los enfermos son mayores de 60 años”, señaló Erdman.

Plan exitoso

El especialista hizo también una evaluación del exitoso plan de vacunación de su país y cuáles fueron las falencias. “Israel hizo muy bien en negociar la compra de vacunas cuando todavía solo era un proyecto. Eso ayudó mucho. Además, hay un seguro nacional de salud. Todo el mundo en Israel está cubierto por ese seguro. Por eso la vacuna se dio en forma gratuita hasta a los presos e inmigrantes ilegales”.

Filas para testeos de coronavirus en Jerusalén (Photo by MENAHEM KAHANA / AFP)
Filas para testeos de coronavirus en Jerusalén (Photo by MENAHEM KAHANA / AFP)MENAHEM KAHANA – AFP

Sin embargo, Erdman advirtió sobre la fuerte resistencia que presenta un grupo relativamente grande de militantes “antivacunas”.

“Hay un millón de personas, sobre una población de 9 millones de habitantes, que no se han vacunado. Ese es un problema muy grande. Tengo una amiga con estudios universitarios, madre de tres hijos, que milita en contra de las vacunas. Conseguí que se diera la primera dosis, pero rechaza la idea de aplicarse la segunda dosis. Me dice que no ‘cree’ en las vacunas ni en los medicamentos. Solo medicina natural. Y hay mucha gente que piensa como ella”, advirtió.

También destacó el potencial riesgo de un 15% de maestros en Israel que no están vacunados y no desean hacerlo. La ley se los permite pero los obliga a realizar todos los días un testeo de PCR. “Todo esto es una gran amenaza para el conjunto de la población”, dijo Erdman.

Aplicación de la tercera dosis a una mujer mayor de 60 años en Jerusalén
Aplicación de la tercera dosis a una mujer mayor de 60 años en JerusalénMENAHEM KAHANA – AFP

Luego dio como ejemplo una situación personal. “Yo tengo 84 años y vivo en uno de los edificios más elegantes de Tel Aviv, donde residen unas cien familias. Me cuido y trato de no salir de mi departamento, pero me canso de cruzarme en los pasillos con vecinos sin barbijo. Y no hay forma de decirles que se pongan tapabocas porque se enojan”, recordó.

Por último, para Erdman, además de la contagiosidad de la variante delta y de la falta de vacunación, un tercer factor que ha llevado a la actual situación es el “cansancio” de la población. “La gente en Israel es normalmente muy obediente con las normas de seguridad, pero después de dos años se cansó de cumplir con las restricciones. Y este hartazgo llega precisamente cuando se está diseminando la variante delta, lo que forma un cóctel explosivo”, concluyó.

Test de antígenos en Jerusalén (Photo by MENAHEM KAHANA / AFP)
Test de antígenos en Jerusalén (Photo by MENAHEM KAHANA / AFP)MENAHEM KAHANA – AFP