El fútbol argentino vuelve a vestirse de luto. A los 51 años falleció Marcos Barlatay, exdelantero recordado por haber marcado un gol agónico en uno de los clásicos más intensos del fútbol nacional: aquel 1-1 entre Huracán y San Lorenzo en 1999, en cancha de Vélez.

Barlatay no fue figura de portadas ni estrella de contratos millonarios, pero sí un nombre que quedó grabado en la memoria popular. Ese empate sobre la hora no definió un campeonato, pero sí algo igual de valioso: el alma de una hinchada que jamás olvida a quienes dejan todo por la camiseta.

La noticia de su fallecimiento fue confirmada por el club Sportivo Baradero, donde trabajaba como entrenador y donde era querido por todos: “Con profundo dolor despedimos al hijo dilecto de esta institución, gran técnico, jugador y amigo”, expresaron desde la entidad bonaerense.

Desde Huracán también lo recordaron con afecto. El presidente Alejandro Nadur escribió: “Con mucha tristeza despedimos a Marcos, quien vistió nuestra camiseta. Fuerte abrazo a su familia, amigos y a todos los que compartieron equipo y vida con él”.

Barlatay fue uno de esos jugadores que no necesitan estadísticas para ser eternos. Con un solo gol, escribió su nombre en la historia grande del barrio.

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