Con los salarios a niveles de 2005 es muy difícil que el consumo se recupere en el corto plazo y el ajuste se profundiza.
Los consumidores se vuelcan por las segundas marcas, caminan más para conseguir los mejores precios y dejan de lado ciertos gastos que hoy la billetera no les permite. Un informe del diario La Nación enfatiza que los salarios no acompañaron a la inflación y se encuentran en los valores más bajos desde 2005, las ventas se estancan y ahora los comerciantes empiezan a debatir sobre qué hacer con la mercadería que tienen.
Esta crisis no tomó por sorpresa al gobierno. Es el escenario previsto por el propio Javier Milei, que en su primer discurso como presidente se encargó de advertirlo. «No hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock. Naturalmente, eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes», dijo el 10 de diciembre último.
La apuesta del Poder Ejecutivo para los meses venideros es que la recesión permita desacelerar la inflación, una tendencia que empezó a observarse en enero.
CAMBIO DE PARADIGMA
Para Camilo Tirscornia, director de C&T Asesores Financieros, la economía está ante un importante cambio de paradigma.
«Las empresas ajustaron porque no sabían qué presión iban a tener o cuál sería la inflación hacia adelante. Eso terminó por generar un desacomodo total y hoy algunos precios quedaron desfasados para el nivel adquisitivo de la gente.
Por eso se empezaron a observar más promociones, que intentan acomodarse a la realidad del mercado. Pareciera que el sistema económico no está acostumbrado a esta especie de libertad, donde la regulación de precios no es porque el gobierno dijo que algo está muy caro, sino porque la gente no lo compra», señaló.
SE CONSUME MENOS
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) también publicó algunos datos sobre la caída del consumo. Esta semana se conoció que las ventas en los supermercados se contrajeron en enero un 13,8% real frente al año anterior, mientras que en los autoservicios mayoristas la baja fue del 8,1% interanual.
Las ventas en centros comerciales se desplomaron un 21,3% frente a enero del año anterior y el índice de producción industrial se hundió un 12,4%.
«En un contexto recesivo, efectivamente las empresas tienen que tener mucho cuidado en cuanto a trasladar los costos a los precios. Porque es un fino equilibrio contra no vender. El problema es que hay un límite inferior por debajo del cual a las empresas no les sirve no poder trasladar sus costos al consumidor.