Por primera vez en sus casi diez años de pontificado, Francisco recibió en el Vaticano a familiares de víctimas del terrorismo que azotó a la Argentina en la violenta década del 70. En la biblioteca del Palacio Apostólico se reunió durante poco más de media hora con Arturo Larrabure, hijo del coronel Argentino del Valle Larrabure, asesinado por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en agosto de 1975, tras un año de cautiverio, durante la vigencia de un gobierno constitucional.
Participó de la audiencia Aníbal Guevara, cuyo padre -el militar Aníbal Alberto Guevara Molina, permanece detenido, sin acceso a garantías procesales que marca la ley, como salidas transitorias o arrestos domiciliarios, a lo que se suman prisiones preventivas más allá del los plazos legales previstos. Varios oficiales, suboficiales y agentes policiales retirados enfrentan procesos similares, muchos de ellos sin condena firme, a casi 40 años de la recuperación de la democracia