«La muerte no es un derecho, no podemos programarla, tampoco evitarla. Toda persona tiene derecho a la vida, a los cuidados médicos y paliativos, para afrontar la muerte de manera más humana», aseguró el pontífice en su tradicional catequesis semanal en el Aula Pablo VI.
La referencia del Papa se dio a horas de que hoy la Cámara de Diputados italiana empiece a discutir un proyecto de ley denominado «de fin de la vida» que busca regular el suicidio asistido y cuando se impulsa un referendo para aprobar la eutanasia.
Durante su catequesis, el Papa – que no usó las palabras eutanasia ni suicidio asistido- se mostró de modo contrario «a causar o a ayudar a cualquier tipo de suicidio».
«En efecto, la vida es un derecho, no la muerte, que hay que aceptar y no administrar. Y este principio ético concierne a todos, no sólo a los cristianos o a los creyentes», enfatizó.
En ese marco, el Papa aseveró que «tantas veces se ve que a los ancianos que no tienen medios les dan menos medicina de las que necesitan. Esto es inhumano, esto no es ayudarlos, es empujarlos más rápido a la muerte».
«Esto no es humano ni cristiano», insistió.
Para Jorge Bergoglio, «los ancianos deben ser cuidados como un tesoro de la humanidad: son nuestra sabiduría, son el símbolo de la sabiduría humana, son los que hicieron camino antes que nosotros y nos dejaron tantos recuerdos y cosas bellas», describió.
«Por favor,, no aíslen a los ancianos, no aceleren su muerte. Acariciar a un anciano tiene la misma esperanza que acariciar un niño: el inicio de la vida y el fin son siempre un misterio que debe ser respetado, acompañado, cuidado y amado», agregó.
Fuente: Télam