“Me han dicho que le pasa sólo a los viejos, así que no sé por qué me ha pasado a mí», bromeó el pontífice, de 85 años, durante la Audiencia General de este miércoles en el Vaticano.
La inflamación de rodilla le impidió al Papa hacer el tradicional saludo a los fieles presentes en el Aula Pablo VI del Vaticano y se limitó a darles la mano a los religiosos presentes en torno al escenario.
A mediados de enero, Jorge Bergoglio ya había tenido que leer un discurso sentado ante un grupo católico por molestias en la pierna.
Fuente: Télam