Los expertos que vienen estudiando los efectos de la pandemia en los seres humanos ven una caída del 50% en la cantidad y la capacidad de movimiento de los espermatozoides en pacientes que tenían coronavirus moderado o grave.
“Los hombres que tenían la enfermedad leve tenían una calidad de esperma generalmente normal. Pero aquellos que tenían la enfermedad en forma moderada o grave a menudo no la tenían, incluso después de la recuperación”, describió Dan Aderka, profesor del Centro Médico Sheba.
En ese sentido, clarificó: “Estos hombres tuvieron una reducción de alrededor del 50% en promedio del número de espermatozoides por mililitro y del volumen total de eyaculación y la motilidad de los espermatozoides”.
A raíz de esto, el especialista manifestó su preocupación con respecto a que una minoría de hombres con COVID-19 puedan enfrentar problemas de fertilidad o incluso “esterilidad permanente”.
Sin embargo, aclaró que los médicos necesitan monitorear el esperma de los pacientes recuperados durante meses para saber más, que es lo que planea hacer de cara a las próximas semanas para obtener resultados concluyentes.
“Todavía no sabemos si estos efectos son reversibles, pero sí sabemos que otras enfermedades de la familia de los coronavirus, como las paperas y el SARS, han dejado un efecto a largo plazo en la fertilidad de los pacientes masculinos. Para el 20% de los pacientes varones adultos con paperas, hay esterilidad, pérdida total de fertilidad, por lo que sabemos que los virus pueden tener tal impacto”, completó Aderka.