¿Discriminación de Gustavo Martínez? No paga sueldos a empleados de la oposición

El intendente de Resistencia frenó el pago de haberes a colaboradores de los concejales del radicalismo y de Fabricio Bolatti. Los asesores de los ediles afines al “gustavismo” cobran sus contratos al día.

el municipio adeuda ya seis meses los contratos de obra de los colaboradores del concejal radical Carlos Salom. A los asesores y secretarios de los otros tres concejales que integran el bloque de la oposición, les adeuda cuatro meses de haberes.

 

Los empleados que integran la nómina de asesores del concejal Fabricio Bolatti corren la misma suerte que los radicales: no cobran hace 4 meses sus contratos de obra. Por su parte, los trabajadores que colaboran con el resto de los concejales justicialistas perciben sus sueldos al día.

 

MANIOBRA PARA PRESIONAR

 

En el Concejo municipal de la capital chaqueña no dudan que se trata de una maniobra para presionar a los funcionarios electos para representar los intereses de la ciudadanía.

 

“El impuestazo impulsado por Gustavo Martínez generó un clima adverso entre el Ejecutivo municipal, los ediles de la oposición y los contribuyentes. La soberbia del intendente hace que recurra a este golpe bajo para debilitar a los concejales que no apoyan su terquedad”, sostuvo una fuente consultada.

 

Tras denuncias y presentaciones judiciales de los ediles que no responden a Martínez, en junio, la Cámara en lo Contencioso Administrativo declaró inconstitucional a la ordenanza conocida como “impuestazo”. Al día de hoy, el jefe comunal desobedece la sentencia judicial dilatando su cumplimiento.

 

CUARENTENA Y SUELDOS PRIVADOS

 

Recordemos que mientras el Ejecutivo municipal de Resistencia no cumple sus obligaciones contractuales, el decreto 297 estableció que durante la cuarentena los trabajadores del sector privado “tendrán derecho al goce íntegro de sus haberes habituales”.

 

En ese sentido, la justicia laboral se mantuvo activa y dictó varios fallos protegiendo los derechos del trabajador, tras el aumento de conflictividad por incumplimientos de empleadores.