Silvia Romano habló tras su liberación luego de pasar 18 meses en cautiverio en Kenia. La italiana dijo: «Estoy tranquila. Durante el secuestro he sido siempre tratada bien», ha declarado.
Romano contó que después de su secuestro en Kenia, con un viaje de cerca un mes, parte en moto y parte a pie, fue llevada a Somalia.
Según sus palabras, fue «transferida a menudo, y siempre en lugares habitados, con la presencia de los mismos carceleros. Me han llevado en varias casas, me encerraban en las habitaciones».
Sobre su conversión al islam, la chica ha afirmado: «Ha sido mi libre elección, no ha habido ninguna obligación por parte de los secuestradores. No es verdad que se me obligó a casarme, no he sufrido violencias».
“Mi nombre ahora es Aisha”, dijo la joven italiana. Ese nombre es simbólico en el islam. Aisha bint Abi Bakr fue una de las esposas de Mahoma, el profeta de aquella religión.
Según las fuentes investigativas podría «tratarse de una situación psicológica relacionada al contexto en que la chica ha vivido en estos 18 meses».
La joven estuvo secuestrada un año y medio. Había viajado a África como voluntaria de una ONG que ayuda a niños huérfanos.