La justicia de Wisconsin, en Estados Unidos, condenó este viernes a dos cadenas perpetuas a Jake Patterson, acusado de secuestrar a una adolescente después de matar a sus padres.

Patterson, de 21 años, no tendrá derecho a libertad condicional, según informaron medios locales. En marzo se había declarado culpable de homicidio intencional y del secuestro de Jayme Closs, de 13 años.

La nena fue raptada el pasado 15 de octubre después del asesinato de sus padres, James y Denise Closs. Fue intensamente buscada durante dos meses, sin éxito.

A principios de enero, Closs fue encontrada viva a unos 100 kilómetros de su ciudad tras poder escapar de su secuestrador, después de 88 días en cautiverio.

En un momento de ausencia de Patterson la joven logró escaparse e ir hasta la casa de una vecina. Enseguida la Policía detuvo al secuestrador tras encontrarlo dando vueltas en su auto. Creen que estaba buscando a Closs.

La víctima aseguró en una declaración leída por su tutor que quería ver «encerrado para siempre» a Patterson. “Él pensó que podía ser mi dueño, pero estaba equivocado. Yo fui más inteligente», escribió la víctima.

«[Patterson] me los quitó para siempre. Observé su rutina y recuperé mi libertad. Yo siempre tendré mi libertad y él no. Jake Patterson no puede quitarme el coraje. Pensó que podía controlarme, pero no pudo», continuó en el texto.
el juez del condado de Barron, James Babler, le negó a la defensa del acusado la una oportunidad de que Patterson pueda recuperar su libertad en algún momento: «No tengo ni idea de qué tipo de rehabilitación podría brindarte. Tus acciones y las ideas que tuviste no son normales», dijo el magistrado.

«No tengo ninguna duda de que usted [Patterson] es uno de los hombres más peligrosos que caminan por este mundo. Es la encarnación del mal y los ciudadanos solo pueden estar a salvo si usted está encarcelado hasta que muera», dijo el juez en su sentencia.

Por su parte, el condenado pidió perdón a los familiares de su víctima: «Haría cualquier cosa para deshacer lo que hice. Moriría. Absolutamente cualquier cosa para traerlos de vuelta [a los padres de Jayme]. No me preocupo por mí, solo lo siento mucho».