Nunca visto: logran por primera vez una foto de un agujero negro en el espacio

La imagen corresponde al agujero negro central de la galaxia M87, un monstruo con una masa equivalente a 6.500 millones de soles. En ella puede apreciarse el disco oscuro del agujero negro rodeado por un anillo de luz que es más brillante en la parte inferior que en la superior.

Un agujero negro supermasivo, lo más parecido al Ojo de Mordor que hay en una galaxia, fue fotografiado por primera vez.

La imagen, hecha pública hoy por el consorcio Event Horizon Telescope (EHT), confirma la existencia de estos desconcertantes astros predichos por la teoría de la relatividad general de Albert Einstein y ayudará a aclarar cómo funcionan.

Además, ha confirmado por primera vez las predicciones de la teoría de la relatividad en las condiciones de gravedad extrema de un agujero negro supermasivo.

“Este es un momento histórico. Transformará nuestra comprensión de los agujeros negros”, ha declarado la astrofísica France Córdova, directora de la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU., en una de las ruedas de prensa en que se ha presentado el avance, celebrada en Washington y retransmitida por internet.

La imagen corresponde al agujero negro central de la galaxia M87, un monstruo con una masa equivalente a 6.500 millones de soles. En ella puede apreciarse el disco oscuro del agujero negro rodeado por un anillo de luz que es más brillante en la parte inferior que en la superior.

El anillo está formado por materia que gira a muy alta velocidad alrededor del agujero negro. La parte más clara corresponde a materia que está girando en dirección hacia la Tierra, mientras que la parte oscura corresponde a materia que se está alejando.

Los agujeros negros son astros con campos gravitatorios tan potentes que nada, ni tan solo la luz, puede escapar de ellos. Crecen engullendo los astros que se les acercan y que, una vez cruzado el llamado horizonte de sucesos, no pueden regresar al universo exterior.

En el centro del agujero negro, la curvatura del espacio-tiempo se vuelve infinita y se produce una singularidad, allí donde las leyes de la física que conocemos dejan de ser válidas. Esto ha llevado a la hipótesis de que el big bang que originó nuestro universo pudo ocurrir en el interior de un agujero negro.

Las imágenes presentadas hoy corresponden al agujero negro de M87. El de la Vía Láctea “es muy interesante y complejo. Estamos trabajando en él. Esperamos tener resultados que presentar muy pronto”, ha declarado Sheperd Doeleman, astrofísico de la Universidad de Harvard (EE.UU.) y director del consorcio EHT.

De cara al futuro, está previsto continuar las observaciones directas de agujeros negros, que se convertirán en un nuevo campo de investigación astronómica. La red del EHT se amplió el año pasado con un noveno radiotelescopio situado en Groenlandia -aunque hoy no se han presentado datos de la campaña de observación de 2018, que aún se están analizando- y este año se ampliará con un décimo situado en Arizona.

Chaco 365

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